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Serie RetrataDOS (selección)

Escrito de Bienvenida

 

"Retratados por dos…y escrito por muchos"

 

La idea surgió casi como una broma, como un verbo incumplido, pero para mi buen amigo Felipe Juan, disciplinado y trabajador como pocos, fue más que suficiente para poner toda la maquinaria en funcionamiento, esa maquinaria de convertir los sueños en realidad a golpe de pincel y esfuerzo. Su ilimitada generosidad y su contagioso entusiasmo han hecho posible que hoy estemos los dos aquí, compartiendo esta experiencia pictórica, en un barco al que se han sumado una treintena larga de talento literario, tantos buenos amigos de las letras, de la narrativa y la poesía, que han puesto con su magia, el broche de oro a esta experiencia.

Un camino sin luz, donde reinan las sombras más profundas, se convierte en una senda imposible de andar, pero iluminado con una luz cegadora estaremos en el mismo problema, en ambos casos no vemos por donde pisamos, solo el equilibrio dará la iluminación adecuada que nos desvele el camino a seguir, la templanza hace que el trayecto sea más cómodo y en eso se resume nuestra exposición compartida. La búsqueda de un personal ying yan, esta vez compartido y enriquecedor, a través de la pintura.

Somos dos los pintores, compartiendo una experiencia que nos complementa fundiéndonos en uno pero que a su vez cada uno muestra sus dos caras: luz y sombra, por lo que la muestra se divide en cuatro partes…ying yan.

Felipe Juan da su luz en los cuadros de gran formato, rindiendo homenaje a aquellos variopintos personajes que dejaron su huella, su impronta, en la historia de la humanidad, algunos colocados en eternos altares de reconocimientos y otros tragados por injustos olvidos cebados por la ignorancia y la maligna incultura, el pintor intenta disipar la desinformación a través de composiciones narrativas, enriqueciendo la superficie con multitud de guiños y claves con los que esclarecer la vida de los retratados. Felipe se enfrenta a la sombra, ahora en los cuadros de pequeño formato, retratando firmas de la cultura representadas en profundas grisallas, pero aún así el autor es fiel a su filosofía de luz y cada personaje es salpicado por su querido color amarillo que equilibra cada uno de los retratos, ahora desnudos de cualquier información, representados con auténtica sinceridad que da el enfrentarse a estos difíciles temas sin florituras ni trampas.

Por mi parte me enfrento a mis sombras en los cuadros de gran formato, esta vez para rendir un humilde homenaje a aquellos pintores que indirectamente influyeron de una forma u otra en mi formación pictórica, acompañados por sus obras vista desde la perspectiva de mi propia subjetividad. Mi luz la busco en los cuadros pequeños, dedicados en exclusiva a los artistas de nuestra tierra, plasmados en coloridas caricaturas con la que intento romper lo que a priori podría sonar muy solemne y dar un poco de alegría a todo este conjunto.

He disfrutado mucho del camino que nos ha llevado hasta el día de hoy, esta muestra que se abre para enseñar nuestra visión particular de los personajes retratados, solo me resta dar las gracias a los visitantes que posan su mirada en estos cuadros, a los amigos que han enriquecido todo este proyecto con su apoyo y el talento de sus verbos y sobre todo a Felipe Juan, compañero de fatiga y trabajo, pues gracias a él y por todo, este barco cargado con 60 pasajeros, mil anécdotas y muchas cosas más, ha llegado a buen puerto.

                                                                                                                              Antonio Cerpa

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