Último Poemario presentado: "Valleseco Siempre"
Valleseco… imagen y palabra.
Una vez más los virtuosos pinceles de Felipe Juan se ponen al servicio de la poesía, de dar cuerpo físico a las bellas palabras escritas de otro artista, en esta ocasión del fluido verbo de Manuel Pérez.
La poesía de Manuel Pérez, sencilla directa, completamente comprensible incluso para los profanos del lugar, cargada de sentida emotividad, preñan de añorados recuerdos de lo que fueron, y son, el vivir en un entorno querido en el cual dejo retales de su existencia, su pueblo, encumbrado por el amor que desprende en cada uno de sus versos, no exentos de nostalgia por aquellos tiempos que se pierden en la loca carrera de futuros, la mayoría de las veces, incontrolados, que malogran tantas cosas positivas de un pasado aún no tan lejano.
Es por esto, que la poesía de Manuel Pérez no es meramente descriptiva del entorno que ama, ni tan siquiera podríamos comentar, aunque lo pareciese, de que sea narrativa, es, a mi parecer una poesía vivencial, cargada de todo el sentimiento de aquella persona que creció amando el entorno que le daba cobijo.
Felipe se encarga de recoger cada palabra, expresada con la musicalidad que da la poesía de Manuel Pérez, se pone en la piel del poeta para “narrar” en imágenes toda esa vivencia y ese sentir por Valleseco, pero Felipe no quiere quedar como un mero ilustrador, pone sobre el lienzo su condición de artista y es fiel a su propio estilo, el cual casa perfectamente con los versos que intenta pintar, de esta manera reconocemos sus habituales colores, tan cargados de espiritualidad y simbología, de ternura y compresión como lo puede ser la propia poesía de Manuel Pérez.
De esta singular forma, este libro pasa de ser un libro de poesía ilustrada a convertirse en todo un homenaje de sentir y arte a los recuerdos, la vida, los meses, los años. Las costumbres, las características singulares del propio pueblo de Valleseco. Verso y pintura se complementan para clarificarse el uno al otro, sin competir, complementándose, enriqueciéndose ambos en perfecta simbiosis, el arte de la palabra escrita y la imagen al servicio del receptor que gustase disfrutar de ellas, para dar una visión rica, sentida, cuanto menos singular y distinta de lo que es ver con otros ojos, con mirada profunda, la humildad de un entorno que se agiganta cuando se sabe poner los sentimientos más puros.
Estamos ante una obra para leer sin prisas y mirar despacio, para disfrutar una y otra vez hasta que sus palabras nos embriaguen y sus imágenes nos despeguen de la realidad, abreviando, una nueva forma de ver y sentir a Valleseco, que es este entrañable lugar, en definitiva, el verdadero protagonista de tanto sentimiento volcado en los acertados versos de Manuel Pérez y en tanta ensoñación de las imágenes de Felipe Juan.
Antonio Cerpa.
Pintor. Presidente del colectivo cultural artistas aruquenses.
Poema: XVI
Enramadas de Junio, aromas de brezo y laurel
por las calles en fiesta.
Descansos y alfombras, altares caseros con amor orlados.
El Corpus pasa
y un remanso de glorias envuelve al pueblo
encendido con una nueva luz.